Los presidentes de Francia y EEUU expresaron su determinación de que Irán renuncie "definitivamente" a tener un programa atómico militar y pidieron a Teherán una "respuesta positiva" en sus negociaciones con seis potencias.
Los líderes de ambos países, que participan de las negociaciones con Teherán, subrayaron en una conversación telefónica su "determinación para obtener de Irán todas las garantías de que renuncia definitivamente" a tener un programa atómico de fines militares, informó la presidencia francesa en un comunicado.
Obama y Hollande confirmaron su "pleno apoyo" al texto acordado el 9 de noviembre en Ginebra por Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Francia, China y Alemania, que negocia con Irán desde hace cinco años la forma de implementar controles a su programa nuclear.
Los dos presidentes dijeron que el texto "constituye la base de un acuerdo serio, sólido y creíble" y ahora le corresponde a Irán "aportar una respuesta positiva", informó la agencia de noticias EFE.
Las expectativas de un esperado acuerdo entre la comunidad internacional e Irán sobre su programa nuclear quedaron postergadas en la cita ginebrina a una nueva ronda de negociaciones prevista para el 20 de noviembre.
Ese último encuentro, al que acudieron los ministros de Exteriores de dichos países y la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, que los coordina, acabó con avances significativos, pero con diferencias sobre los detalles relativos a los compromisos que cada parte debe asumir.
La comunidad internacional espera de Irán medidas muy concretas y a corto plazo para frenar sus actividades nucleares, ante sospechas de varios países de que Teherán podría desarrollar armas nucleares.
En contrapartida, Irán, que afirma que su programa atómico tiene fines exclusivamente civiles, espera que Occidente decida sobre la forma y un calendario para el alivio de las sanciones económicas que pesan contra él desde 2006, y que se fueron endureciendo de forma progresiva.
Israel, enemigo de Irán, se opone firmemente al acuerdo negociado en Ginebra por considerar que hace concesiones a Teherán sin obligarlo a detener su programa nuclear del todo.
Hoy, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, advirtió que es necesario mantener "la presión de las sanciones" sobre Irán para lograr el desmantelamiento de sus programas nucleares.
"No hay sólo dos opciones sobre Irán, o un mal acuerdo o una guerra. Hay un tercer camino, la prosecución de la presión de las sanciones", manifestó el premier ante el Parlamento, citado por la agencia de noticias ANSA.
Irán, dijo el jefe del gobierno, "está bajo una fuerte presión económica. Se puede alcanzar un buen acuerdo que lleve al desmantelamiento de su potencial nuclear con fines militares", agregó.