La avenida San Martín es un suplicio diario para miles de personas - EsChaco.com - Resistencia

Barranqueras

Miércoles, 13 de febrero de 2013

La avenida San Martín es un suplicio diario para miles de personas

Cuando un conductor avanza por la avenida San Martín en Barranqueras se encuentra con un panorama lamentable. El deterioro de la arteria, los descomunales lomos de burro, el estrechamiento de la calzada y el denso tránsito la convierten en un suplicio diario para miles de personas que deben circular por allí.

Desde hace años se encuentra suspendido un proyecto de mejorar la obra. Hoy en día, la avenida tiene un solo carril utilizable para cada sentido de circulación, lo que la convierte en una vía sumamente peligrosa. Hay que tener en cuenta también que es el único acceso a Barranqueras desde la autovía Nicolás Avellaneda, lo que determina un intenso tránsito de vehículos.

Un desastre

A medida que se avanza por la avenida San Martín se pueden observar vestigios --en realidad, solamente un montón de escombros y tierra a los costados de la calle-- del inicio de una obra que no sólo no avanza, sino que además dificulta sobremanera el tránsito.

Se debe tener en cuenta que el recorrido que deben realizar los vehículos es estrecho, ya que a los costados el automovilista se encuentra invadido por restos de las construcciones ya olvidadas.

El tránsito se vuelve una situación desesperante de a momentos ya que se pueden observar a transeúntes que cruzan la avenida en cualquier lugar, motos que hacen lo mismo en ambas direcciones, muchas bicicletas y carros que cuando aparecen circulando se convierten en verdaderos tapones que van acumulando detrás una larga fila de vehículos que se ve obligada a circular a muy baja velocidad porque no se pueden hacer maniobras de sobrepaso.

Los propios carreros, que suelen ser respetuosos del apuro ajeno y cada vez que pueden se colocan a un lado para no bloquear el tránsito, carecen por completo de esa posibilidad.

Lomos récord Otro punto para destacar es el de los lomos de burro, sin señalización alguna y de una altura inusitada, que --sumados a la gente que cruza imprudentemente la calle, las motos que invaden y surgen casi de la nada, los animales sueltos, carros y bicicletas-- hacen que todo se transforme en un recorrido exasperante, que frena al tránsito de tal manera que lo convierten en una travesía peligrosa. Y cuando llega la noche es mucho peor, ya que la iluminación en el sector no es buena. Hay que tener en cuenta que la avenida es utilizada no sólo por ómnibus de larga distancia, sino también por los colectivos que cubren el servicio Chaco-Corrientes, que recorren este tramo con muchas dificultades y demora por lo accidentado del trayecto.

Por si todo eso fuera poco, en el desvío hacia el Club Náutico, el empalme desaparece deformado entre montones de tierra y pozos con agua, por lo que el conductor no tiene otra posibilidad que bordear el camino con peligrosas maniobras. Es necesario el ensanchamiento de la avenida y --si no se reparan-- al menos señalizar los baches que se extienden a lo largo de la calzada.

Es imprescindible invertir en iluminación, porque la que hay es absolutamente insuficiente y la zona queda prácticamente a oscuras no bien el sol se oculta, con la inseguridad que esto represente para los vecinos y los automovilistas, con riesgos para sus vidas.