Sobre los linchamientos: La responsabilidad del Gobierno agiganta la agresividad social
Terribles noticias para la Argentina aparecen estos días: hay compatriotas que frente a la permanente congoja por la inseguridad en que viven, deciden tomarse justicia por mano propia. En otras palabras profundizan el vivir en la selva adonde nos hemos ido adentrando, kirchnerismo mediante, de hace unos años a esta parte.
Uno observa cotidianamente la situación de inseguridad, violencia y agresión que vivimos la gran mayoría de los argentinos. ¿Quién no lo siente? ¿Cuanto tiempo tardarían por ende, en ese contexto, en aparecer conductas ciudadanas muy reñidas con cualquier convivencia civilizada, como esta de los linchamientos? ¿Es válido decir entonces, en abstracto, que son actos de barbarie y condenar a los vecinos que así han reaccionado? Por cierto que no. La primer condena debe ser para los gobernantes que han permitido que los argentinos tengamos que vivir de esta manera. ¿No conocen acaso desde el gobierno nacional que, inevitablemente, con una pobreza que abarca al 25 % de la sociedad, con cientos de pibes y pibas que no estudian ni trabajan, con narcotraficantes que se mueven abiertamente sin problema alguno, con millones de personan que se hacinan en villas miseria, con policías penetradas por la corrupción, tarde o temprano aparecerían episodios como los de estos días de buscar defenderse haciendo justicia por mano propia? Nuestro país se va encaminando paso a paso a una convivencia cada vez mas difícil, donde no solo crece el delito de la mano del narcotráfico, sino que paralelamente se van destruyendo valores y contratos sociales que regían nuestra vida ciudadana. Lo vienen alertando una y otra vez múltiples sectores y personalidades. Si no somos capaces de reaccionar a tiempo, tomar el toro por las astas y ponernos a trabajar colectivamente con políticas de Estado consensuadas para abordarlo y resolverlo, todo se tornará mucho mas difícil en los tiempos por venir. Ninguna duda cabe, por lo demás, de que se pueda encontrar y transitar un camino de salida, es responsabilidad principal del gobierno de Cristina Kirchner. El mismo que ahora se rasga las vestiduras hablando de “noche de los cristales rotos”, cuando con absoluta soberbia e irresponsabilidad ha negado el problema (según el INDEC casi no existen pobres, por ejemplo) o se ha dedicado a hacer política barata con el mismo, agrediendo mas de una vez a los opositores, como cuando trató de “narcosocialista” al gobierno Santafesino.