Investigan a un diácono por acosar y acostarse con una mujer con discapacitad
El hermano de la chica publicó en las redes sociales las cartas que le enviaba el religioso a la chica. El Arzobispado de Mendoza abrió una investigación sobre el caso.
Un diácono de la parroquia Nuestra Señora del Rosario, de la ciudad mendocina de Junín, fue denunciado por una familia que lo acusa de haber acosado y mantener relaciones sexuales con una discapacitada mental. El caso se dio a conocer a través de Facebook, donde se difundieron las cartas que le enviaba el religioso.
Según Diario Uno, la mujer presuntamente abusada tiene 36 años. El hermano, molesto porque el diácono continúaba con sus funciones habituales, publicó imágenes de una supuesta carta de tres páginas escritas de puño y letra por el acusado.
"Me encantaron tus sms, qué rica que te sentí, tan querendona y sensual", escribió el diácono en uno de los tramos con menor voltaje erótico. El acusado fue identificado por la familia denunciante como Stanko Cad Krulc, de 68 años.
La Justicia mendocina ordenó realizar pericias psiquiátricas para determinar si la mujer tiene la madurez para discernir si quiere o no entablar una relación con el diácono.
La madre de la presunta víctima contó Diario Uno que su hija tiene una discapacidad mental "que le dificulta comprender lo que le dicen". Toda la famila es creyente y en ese marco asistía a la Iglesia local donde la chica conoció a Krluc.
La madre se percató de la situación cuando notó que su hija hablaba por teléfono durante las madrugadas. Al revisar el celular de la joven vio que había mensajes con fuerte contenido sexual. "Le pedimos que venga a casa a hablar y cuando estuvo acá nos reconoció que tenía esta relación con nuestra hija. Se arrodilló y nos pidió perdón y prometió que no volvería a pasar", indicó la madre.
El diácono, que está casado y tiene hijos, continuó la relación. La familia de la presunta víctima radicó una denuncia en la Oficina Fiscal de Junín, derivada a la Unidad Fiscal Nº1 de Rivadavia.
No obstante, el religioso continuó con sus funciones, lo que provocó que el hermano de la joven hiciera pública una de las cartas que enviaba el diácono.