En el segundo aniversario del conflicto, UNICEF relevó las consecuencias de la guerra para los menores y el riesgo de que esta se convierta en una "generación perdida"
El conflicto sirio y todas sus consecuencias -el desplazamiento a gran escala de la población y los daños a las infraestructuras y servicios esenciales-, amenazan con marcar de por vida el futuro de más de dos millones de niños, en el último informe sobre el tema presentado por UNICEF.
"A medida que millones de niños dentro de Siria y en toda la región ven como su pasado y su futuro desaparecen en medio de los escombros y la destrucción, el riesgo de que se conviertan en una generación perdida aumenta día a día, dijo el vocero de Unicef, Patrick McCormick. Con motivo del segundo aniversario del estallido del conflicto, tras la represión militar de manifestaciones civiles pacíficas que reclamaban una apertura democrática, UNICEF presentó el informe "Los niños de Siria: ¿Una generación perdida?". El documento revela que los menores son el grupo más vulnerable a las enfermedades en la piel e incluso respiratorias que se desarrollan por la falta de agua en las zonas donde la lucha es más intensa. En el terreno educativo se ha determinado que una de cada cinco escuelas ha sido destruida, dañada o está siendo utilizada para albergar a familias desplazadas. "En Alepo, por ejemplo, sólo el 6% de niños asisten diariamente a la escuela, y en Idleb, el 38%. En las clases que aún funcionan se hacinan hasta cien niños", agregó McComick. El representante explicó que muchos hospitales y centros de salud han sido destruidos y permanecen sin personal, lo que limita significativamente el acceso a los servicios sanitarios a los menores, que no sólo son víctimas de daños físicos, sino también de traumas psicológicos al haber sido testigos en muchos casos de la muerte violenta de sus familiares. Desde el inicio de la crisis, la respuesta de UNICEF y las organizaciones con las que colabora han trabajado en el aprovisionamiento de agua potable y servicios de saneamiento, salud, educación y protección de la infancia tanto entre familias desplazadas en el interior de Siria, como entre las que están refugiadas en alguno de los países vecinos. Sin embargo, los esfuerzos del organismo están amenazados por la escasez de fondos, ya que hasta la fecha las contribuciones recibidas sólo cubren el 20 por ciento de lo que se requiere.