Decenas de miles de peregrinos se congregaron para verlo
Martes, 19 de marzo de 2013
Francisco fue investido formalmente como papa
Decenas de miles de peregrinos se congregaron para verlo. En la tumba de San Pedro recogió anillo y paliio, elementos que se le entregaron para que inicie su etapa como Sumo Pontífice.
Francisco ya inició su primer baño de multitudes en su “papamóvil”. Circuló durante media hora entre los peregrinos congregados en la plaza de San Pedro, algo nada sorprendente viniendo de un Papa que ya se ha saltado el protocolo en numerosas ocasiones para saludar afectuosamente a los fieles, pese al quebradero de cabeza que eso implica para los servicios de seguridad.
Una vez en la Capilla, Francisco fue al Altar de la Confesión, lugar de martirio del Apóstol Pedro, donde se encuentra su tumba. Al lado estaban situados los simbolos que recibió el Papa.
Uno de ellos es el anillo del pescador, símbolo del papado como "pescador" de almas, que le fue colocado en el dedo anular de su mano derecha por el decano del colegio cardenalicio Angelo Sodano. El anillo fue diseñado por el célebre artista italiano Enrico Manfrini, es de plata dorada y representa a Pedro recibiendo las llaves del cielo.
El otro es el palio, tejido por monjas benedictinas con lana de ovejas bendecidas, una banda blanca con seis cruces rojas, que simboliza la autoridad pastoral y el servicio al pueblo de Dios, y se le impuso sobre los hombros por Jean-Louis Tauran, cardenal protodiácono, quien fue el encargado de anunciarlo como nuevo Papa ante el mundo.
El tercero es el evangelario, el libro que contiene el evangelio, cuya proclamación solo se hace en idioma griego como "expresion de esa unidad de la iglesia de occidente y oriente", explicó Lombardi. El resto de las oraciones se realizan en latín.
El Papa pronunció luego la esperada homilía en esta misa concelebrada por todos los cardenales presentes en Roma, y contó con la participación inédita en la liturgia de los hermanos franciscanos del convento de La Verna, situado en las montañas de Toscana.
Las autoridades del Vaticano instalaron un importante dispositivo de seguridad, similar al de los funerales de Juan Pablo II en 2005, para recibir a las más de 130 delegaciones oficiales.
Francisco, primer papa jesuita, eligió su nombre en homenaje a San Francisco de Asís, y ha abogado por una “Iglesia pobre y para los pobres”.
Una de las primeras en llegar a Roma fue la presidenta argentina Cristina Kirchner, jefa de Estado del país de origen del hasta ahora arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, y la primera en ser recibida por el nuevo pontífice.
Tras la misa, el Papa recibirá a las delegaciones, entre las que también destacan los presidentes de Brasil, Dilma Rousseff, y México, Enrique Peña Nieto, los dos países con más católicos del mundo.
También viajaron a Roma los mandatarios de Chile, Ecuador, Paraguay, Costa Rica y Honduras, el vicepresidente del Estados Unidos, Joe Biden, y el jefe del gobierno español Mariano Rajoy, así como los herederos de la Corona española y holandesa, los príncipes Felipe y Guillermo Alejandro, éste último acompañado por su esposa argentina, Máxima Zorreguieta.
El asistente más polémico es el presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, acusado de numerosas violaciones de derechos humanos y que tiene prohibido pisar el territorio de la Unión Europea (UE), aunque no el Vaticano.
También se espera la presencia de varios líderes de otras religiones en la inauguración del papa Francisco, que en el primer día de su pontificado tendió una mano a la comunidad judía en una carta dirigida al rabino de Roma, Riccardo di Segni.
Éste confirmó su presencia, así como el número dos de la Iglesia de Inglaterra, el arzobispo de York John Sentamu; Mohamed Youssef Hajar, secretario general de la Organización Islámica de América Latina, representará a los musulmanes.
Finalizado el ritual, Francisco quedará oficialmente investido como el papa número 266 de la historia de la Iglesia Católica.