Monseñor Sigampa lavó los pies de muchos niños el Jueves Santo
El día de Jueves Santo se celebró la memoria de la primera vez que Nuestro Señor tomó el pan y lo convirtió en su cuerpo, tomó el vino y lo transformó en su sangre.
Esta verdad requiere de nosotros una gran humildad, que sólo puede ser un don suyo, en cuanto a esa humildad de mente por la que conocemos la verdad de que lo que antes era pan ahora es su cuerpo y lo que antes era vino ahora es su sangre.
En la Iglesia Catedral, el arzobispo de Resistencia, monseñor Fabriciano Sigampa, lavó los pies a numerosos niños que se encontraban presentes en la misa.