Asociaciones mascoteras al límite del cierre por falta de ayuda
Las carencias son muchas, la “caradurez” es grande para poder conseguir todo lo que necesitan. Pero el amor es gigantesco. Cientos de animales son rescatados por estas agrupaciones que los recupera, los esteriliza y los reinserta a la sociedad
El trabajo a pulmón es una constante. La superpoblación, también. Aquí reunimos historias de gente que en algún momento fue considerada “loquita” por andar recogiendo perritos callejeros. Hoy son muchos los “loquitos”, y ese amor se contagia. Son “bicheros” de alma, y eso se nota. Aquí reflejamos una serie de historias dignas de rescatar.
El Refugio
Una de las organizaciones más antiguas, y más reconocidas en esta labor es El Refugio de Animales, que funciona en un predio ubicado en el barrio Las Tacuaritas, regenteado por Etelvina Sorghe y su hijo Ulises Rojas. Así comenzó todo hace casi 12 años.
“Se fundó el 29 de abril del 2001, el día del animal. Primero eran tres personas que hacían trabajo independiente, después se juntaron y decidieron hacer una asociación. En el Refugio actualmente conviven más de 230 animales, algunos gatos, y hasta tuvimos caballo que dimos en adopción”, recordó Ulises.
“Cuando mi vieja arrancó tenía ocho animales en una casa del Iprodha. Imagináte lo que era. Y como era muy chico al poco tiempo nos donaron un predio, que es el actual en el barrio Las Tacuaritas, que era el club ex legisladores. Eso fue en el 2001. Desde ahí empezamos a trabajar con personas a las que les gusta lo mismo, y hoy es El Refugio de Animales. Tenemos más de 6.200 animales dados en adopción hasta el momento, todo constatado con planillas, nada en el aire” añadió Ulises.
En el predio viven Etelvina y Ulises, madre e hijo, pero tienen muchísimas personas en el voluntariado, que cumplen esta función los días martes, jueves y feriados. “Ellos nos ayudan con la limpieza del lugar, en desparasitar animales, bañarlos para la jornada de adopción. Todo lo que haya que hacer los voluntarios nos ayudan y mucho”, subrayó.
En cuanto al solvento económico de tanta cantidad de animales en todas sus necesidades, El Refugio no cuenta con ayuda o subsidio por parte del gobierno. “Se mantiene con los socios que colaboran con una cuota societaria voluntaria por mes, ellos se ponen el monto, puede ser dinero, alimento, algunos remedios, es todo a pulmón. Nos dicen la fecha que quiere que pasemos por su casa o lugar de trabajo. La Municipalidad nos opera 20 animales por semana, sería 80 al mes. Diez los martes y diez los jueves”, puntualizó.
En cuanto a las jornadas de adopción, las mismas se realizan el segundo domingo de cada mes en la costanera, al lado de la iglesia Stella Maris. Allí se llevan animales que entraron al predio por distintas circunstancias, recuperados totalmente, esterilizados si son hembras, castrados sin son machos, y desparasitados. Ahora tienen cachorros, perros adultos, gatitos cachorros y gatos adultos.
Para adoptar, los requisitos son: fotocopias del DNI primera y segunda hoja, boleta de servicio, y a cambio piden una colaboración, que puede ser dinero, alimento, lo que puedan, el monto que quiera, la cantidad de alimento que quiera.
“Los rescates de animalitos chocados siempre lo hicimos, lo que ocurre ahora es que hay más repercusión porque antes éramos mi mamá y yo nomás. Cuando recién empezamos éramos como dos loquitos que juntábamos perros. Ahora es como que están los voluntarios, creció mucho, y tiene más repercusión gracias a los medios. No contamos con veterinario, los llevamos al Imusa (Instituto Municipal de Sanidad Animal) que es municipal, y nos operan gratis. No trabajamos con animales con dueño. Los juntamos en la calle, en estos momentos estamos superadísimos, juntamos agusanados o chocados, los recuperamos, los operamos y ya se los pone en adopción” añadió Rojas.
Su página en Facebook es El Refugio de Animales, y allí se pueden conocer las mascotas disponibles para adopción, y/o cómo colaborar.
“Cansados de ver animales solos, abandonados, enfermos, accidentados y heridos en la vía pública, como consecuencia de la superpoblación de perros y gatos, y al no existir campañas masivas de castración para evitar la reproducción de los animales domésticos -lo cual induce al abandono-, decidimos juntarnos para dejar de hacer una obra individual y así enfrentar con más fuerza nuestro principal objetivo “ayudar a los más desprotegidos de la sociedad” expresa su presentación en la red social.
Patitas Solidarias
En la ciudad correntina de Santo Tomé existe Patitas Solidarias una asociación sin fines de lucro que se formó hace 7 años cuya presidente es Claudia Acuña.
“La idea es ayudar, rescatar animales abandonados en la vía pública, darle atención veterinaria, castrarlos y conseguirles un hogar. No buscamos acopiar animales, o hacer un depósito con ellos. La idea es recuperarlos y reinsertarlos en la comunidad. En los últimos años estamos también abocados a los animales que sufren de maltrato animal por parte de sus dueños”, expresó Acuña.
En la actualidad, trabajan en domicilios particulares. “Se consiguió un terreno, por intermedio del Concejo Deliberante, pero lamentablemente tenemos plazo para construir algo ahí, o sino, el terreno vuelve otra vez al municipio. El problema es que no tenemos mano de obra que nos ayuden a hacer algún tipo de obra. Por el momento está el terreno, pero no tenemos medios ni gente para este tipo de construcción”, deslizó. El predio en cuestión está ubicado en inmediaciones al puente que une Santo Tomé con San Borja, a unos 200 metros del monumento del indio Andrés Guacurarí, camino a la curtiembre. Es de 100 metros de largo por 50 de frente, son unos 300m2, bien ubicado fuera del radio urbano. El único problema es la falta de mano de obra y de materiales.
Institución “mendigante”
“No tenemos ayuda del estado. Tuvimos que presentar carpetas de pedido de ayuda a la provincia y al municipio. Todavía no tuvimos respuestas, porque tienen otras obras más importantes que están realizando. Ahora nos queda seguir golpeando puertas, insistir, o de última, recurrir a la Nación”, alegó Acuña.
“En realidad, todos ponemos un poco de nuestros bolsillos, y después se pide colaboración a la gente. Empezamos hace un año a asociar gente, actualmente estamos con 40 socios que pagan una cuota de 15 pesos por mes, pero la verdad es que trabajamos al límite. En el Facebook pedimos medicamentos, alimentos, pedimos a gente conocida que nos dé una mano para comprar medicamento, somos una institución ‘mendigante’ porque estamos pidiendo constantemente”.
Actualmente en Patitas Solidarias trabajan cinco personas. Antes eran 7, pero el grupo va cambiando debido a que lo integran ocasionalmente estudiantes universitarios, que tienen otros tiempos debido a su cursado y a que no son de Santo Tomé.
Además, en estos momentos Patitas cuentan con más de cien animales, y se concentran en un solo domicilio, que es el del papá de Claudia Acuña, un predio amplio ubicado en el barrio Cerro de esa localidad.
Hace aproximadamente un mes, desde el Facebook de Patitas anunciaron su cierre como institución, donde dejaban en claro que no recibirían más animales y se dedicarían a cuidar y curar los que ya tienen. Esta postura cambió con el pasar de los días, y la actividad continuó.
En relación a las jornadas de adopción, se realizan los días domingos. Si el tiempo lo permite, se llevan a los animales que están en condición de adoptar a la plaza San Martín. Asimismo, Acuña reveló que los adoptantes prefieren más los cachorros que los adultos. “En el último tiempo hubo muchas madres abandonadas con crías, muchos animales preñados abandonados, pero cuesta mucho salir el animal adulto, aunque los cachorros a veces llevan mucho tiempo ubicarlos”, dijo. Por otro lado, dijo que la oferta supera ampliamente la demanda. “Es más lo que entra que lo que sale. Aparte, siempre que se da un animal en adopción se repone esa misma cantidad o se supera. En una semana, por ejemplo, si en una semana se dan en adopción uno o dos animales, seguro entrará esa misma cantidad o más de lo que realmente diste en adopción. Otra cuestión es que a veces podes tener dos o tres adopciones en una semana, y después meses sin que se adopte nada”.
Para Patitas, los adoptantes tienen que ser mayores de edad. Además deben firmar un contrato donde se hagan responsables del buen cuidado del animal, de la atención veterinaria, y obviamente de la castración. “Si no tienen los medios se ve algún método anticonceptivo no muy agresivo para el animal hasta que podamos conseguir algún turno de castración de algún veterinario colega. Porque la verdad es que acá se levantaron las campañas de castraciones gratuitas que tenía la Municipalidad, y estamos esperando que el intendente la pueda conseguir otra vez para seguir trabajando de esa forma. Y obviamente, que nos autoricen a nosotros visitar el domicilio las veces que nosotros creamos necesario para que podamos ver que el animal se adaptó bien a la familia, y que la familia también lo aceptó bien”, subrayó Acuña.
En Facebook se los puede encontrar como Patitas Solidarias, donde se pueden ver imágenes de los animales en condiciones de ser adoptados, y se puede conocer las actividades para recaudar fondos y modos de colaboración con la institución.
Mymbá
En la capital misionera, en abril del 2010 nació oficialmente Mymbá. En este momento está constituído por ocho personas de trabajo continuo y estable, y hay otro tanto de personas que colaboran esporádicamente con diferentes tareas.
Una de sus fundadoras y presidente actual, Marta Pavluk, relató que “no tenemos ningún respaldo económico estatal. Subsistimos con los aportes nuestros, es decir, nosotros vamos haciendo vaquitas cada vez que hace falta”.
“Desde sus inicios Mymbá se viene dedicando a la esterilización de perros y gatos, arrancamos en agosto de 2010 realizando jornadas de esterilizaciones a bajo costo. Se les pedía a las personas una colaboración y el resto de los honorarios veterinarios lo cubríamos las integrantes de mymbá y padrinos que teníamos, personas que colaboraban con dinero para la financiación completa de esas cirugías. Pero en este tiempo nos dimos cuenta que hay muchas personas que no pueden ni siquiera cubrir esa pequeña colaboración que pedíamos o no quieren”, lamentó Pavluk. Y agregó “hay muchas personas aún que no comprenden el valor de la esterilización y sostienen mitos como que el animal dejará de ser guardián o que su perro o gato es bien macho, o que necesita reproducirse, o que tiene que tener cría una vez antes de ser esterilizados. Todos mitos que lo único que hacen es contribuir a la constante proliferación de animales no deseados”.
El domicilio legal de Mymbá está en el centro posadeño, pero no es más que una pequeña oficina. “Nuestro trabajo real es itinerante. No tenemos refugio, tenemos la firme convicción de que los refugios no aportan a la solución del problema de la superpoblación de fauna urbana. Tener un predio significa para la gente común un depósito a dónde ir a dejar las crías indeseadas, dónde ir a abandonar a su perro/gato viejito que no les sirve más... o a dónde ir a dejar el perro o gato que ya no quieren porque tienen un hijo o porque se mudan o por mil otras razones absurdas que van inventando según su necesidad”, explicó.
En cuanto a las castraciones y esterilizaciones, Pavluk comentó que a principios del mes pasado tuvieron una entrevista con el Dr. Romagoza, director del Instituto Municipal de Sanidad Animal de la ciudad de Posadas, y acordaron que se les dé diez turnos semanales para la Fundación. “Entonces el dinero que antes gastábamos en financiar las cirugías, ahora lo usamos para nafta, para ofrecer la movilidad hasta el Imusa gratis. De esta manera, pensamos poder abarcar más animales. Ya empezamos a agendar turnos con un éxito rotundo”, expresó la fundadora.
Entre las actividades que vienen realizando, se encuentran determinadas tareas de concientización y educación sobre los derechos de las mascotas, “dimos charlas en varios lugares y para este año hay varios proyectos sobre esto, abarcar escuelas, institutos y universidades, siempre basándonos en los beneficios de la esterilización y derrumbando los mitos sobre el tema”, señaló.
En Facebook se puede contactarlos como Mymbá, donde además se puede conocer su actividad y ver formas de colaborar. Además, se puede conocer más sobre la fundación en su página web: www.fundacionmymba.org
Asociación Protectora de Oberá
Durante años la Asociación Protectora de Animales de Oberá cumplió una función social imprescindible atendiendo las necesidades de cientos de mascotas en situación de riesgo. Sin embargo, en enero último informaron que cesan sus actividades por no contar con recursos ni infraestructura adecuada.
En tanto, denunciaron que el centro de salud animal de la comuna está desbordado en su capacidad, con 60 perros hacinados en sólo cuatro caniles, lo que contradice las normas de salubridad específicas.
“La verdad es que estamos muy decepcionados y tristes por la falta de colaboración del municipio. Hicimos muchas gestiones por un predio para contener mejor a los animales, pero en una reunión el intendente nos dijo que no hay posibilidades. Es como que no quieren ver el servicio que hacemos a la sociedad y estamos cansados”, lamentó Cecilia Jotts, tesorera de la entidad.
Comentó que una de las integrantes de la asociación asistió al pedido por asistencia de algunos canes y luego los traslado hasta el centro de salud animal, pero grande fue su sorpresa cuando el personal del lugar se negó a recibirlos por falta de espacio.
En ese sentido, Jotts comentó que “desde hace mucho tiempo venimos alertando de este tema y no nos dieron respuestas. Ahora hay 60 animales encerrados en cuatro caniles de dos por dos metros y es imposible recibir más”.
Según la recomendación de profesionales, en cada canil podrían convivir entre seis y ocho perros, capacidad que actualmente se vio duplicada.
En 2012 la entidad encontró cobijo para 80 perros que fueron rescatados en situación de abandono, habían sido maltratados o padecieron alguna enfermedad.
La entidad colaboraba con la comuna con alimento y periódicamente organizaba jornadas de adopción. “Pero por ahora suspendimos todas las actividades. Comprábamos alimento y medicamentos con recursos que generábamos. Desde hace un año hay un proyecto para construir cuatro caniles más, pero la Municipalidad no tiene intención de ayudarnos”, indicó Jotts.
El intenso trabajo de las integrantes de la asociación se tradujo hasta en denuncias policiales por abuso contra animales, siguiendo los lineamientos de la Ley Nacional 14.346.
El año pasado el Concejo Deliberante obereño modificó la ordenanza respectiva y prohibió el sacrificio de animales. En el nuevo articulado se indica que la comuna se abstiene de sacrificar animales domésticos capturados, en estado de abandono o sin dueño, y dispone programas de prevención contra actos de maltrato y crueldad, y prevención de enfermedades.