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EN LA CATEDRAL Y PARROQUIAS

Domingo, 7 de abril de 2013

Hostias sin gluten para fieles con celiaquía

Desde la Comisión Arquidiocesana de Liturgia explicaron que deben avisar en la previa de la misa. También pueden comulgar bebiendo solamente un sorbo de vino consagrado.

Atendiendo a las necesidades manifestadas por los fieles que asisten a misa en la Iglesia Catedral, desde hace unos años, se brinda allí eucaristía especial para celíacos. Es así que en cada oficio religioso está disponible un copón con hostias libres de gluten.
El vicario de la Catedral, Nelson Benítez, quien además preside la Comisión Arquidiocesana de Liturgia de Corrientes explicó a época que esta práctica se inició tras el Congreso Eucarístico Nacional (CEN) desarrollado en esta capital en 2004.
“En un primer momento comulgaban con la sangre de Cristo (bebían un sorbo de vino consagrado) y no con el pan. Luego se hizo un pedido a Buenos Aires desde donde nos proveen las hostias libres de gluten”, amplió el clérigo.
Consultado sobre si en otras parroquias también está disponible ese tipo de eucaristía, el religioso puntualizó que “sé que hay varias en las que piden hostias especiales y se les envía. No obstante, las personas que sufren celiaquía deben acercarse a la sacristía y manifestar que desean comulgar con el vino consagrado”.
De acuerdo con lo que indica la doctrina católica debe emplearse trigo no adulterado, diluido con agua natural y cocido al fuego, sólo de esta manera las hostias podrán consagrarse en el momento de la misa llamado Eucaristía (rito en el que el sacerdote impone sus manos sobre el pan y el vino y los transforma en el cuerpo y la sangre de Cristo).
“En la Catedral sabemos cuántas son las personas que regularmente demandan la eucaristía especial. Durante la Semana Santa se dispuso mayor número de hostias porque hubo gran afluencia de personas que no son de la ciudad o que no suelen asistir a misa regularmente”, sumó el sacerdote.
La celiaquía es la intolerancia permanente al gluten, conjunto de proteínas presentes en el trigo, avena, cebada y centeno (TACC) y productos derivados de estos cuatro cereales. Pueden padecerla tanto niños como adultos.