Después de un asalto dramático decidieron mudarse de barrio - EsChaco.com - Resistencia

EL MAL MOMENTO DE UNA PAREJA AQUEJADA POR LA DELINCUENCIA

Martes, 15 de enero de 2013

Después de un asalto dramático decidieron mudarse de barrio

Dos maleantes privaron de la libertad a una mujer mientras con un revólver apuntaban en la cabeza a su hija de 1 año y 10 meses, aprovechando la ausencia del marido. “Si gritás la matamos”, dijeron. Así saquearon su casa del barrio San Antonio Oeste de Capital.

Asediados por la delincuencia y después de padecer un dramático asalto a mano armada, una joven pareja decidió mudarse del barrio que habitaba en la zona sur de la ciudad de Corrientes.

Macarena, de 19 años, y Néstor, de 21, eligieron abandonar la vivienda que compartían junto a su hija de 1 año y 10 meses después de que la joven y la nena fueran ayer privadas de la libertad durante largo rato a la siesta, a manos de dos malvivientes que saquearon el lugar.

“Nos vamos porque tenemos miedo. Ya es la segunda vez que nos roban todo y encima ahora fue, muy feo, porque a mi mujer la tiraron arriba de la cama y con un revólver le apuntaron a la cabeza de mi hija”, resumió Néstor en declaraciones a diario época.

Todo comenzó alrededor de las 14, cuando la joven y la menor regresaron al domicilio de calle Tunuyán casi avenida Alta Gracia. “Volvían de comer en la casa de mi suegra”, dijo el muchacho.

Apenas llegaron, madre e hija fueron sorprendidas por dos hombres que entraron con ellas a la casa. “Me tiraron sobre la cama y me sacaron a la nena. Decían no grites o la matamos de un tiro en la cabeza”, relató Macarena.

De esa manera, una verdadera odisea para la mujer, los asaltantes empezaron a sacar un reproductor de DVD, un televisor, un equipo de música, una garrafa, ropas y más elementos.
Sin ningún vecino a la vista, los malhechores decidieron escapar luego de 10 minutos, tiempo suficiente para sembrar “terror”, como definió la chica todavía temblando cuando habló con este medio.

Todos los objetos sustraídos fueron llevados caminando. “Se fueron hacia el descampado”, dijo Néstor, quien regresó de urgencia cuando estaba trabajando como albañil y le avisaron del asalto.

Los ladrones actuaron a cara descubierta, con total impunidad. Apenas llevaban gorras y hasta se mostraron con torsos desnudos.

Policías de la comisaría Decimoquinta acudieron ya cuando todo había pasado.

A pesar del esfuerzo que significó tener la casa propia tanto Néstor como Macarena coincidieron en que lo mejor era abandonar el domicilio y buscar “refugio” en lo de un familiar que vive en otro punto de la ciudad. Lo hicieron al atardecer, transportando lo poco que les quedó.

“Nos duele mucho pero nos vamos, sino la próxima van a matar a alguno de nosotros”, resumieron con un dejo de resignación.