¿Alguna vez te has sentido menos que tu pareja? Hay dos posibilidades: una de ellas es que tu pareja te haga sentir inferior, y la otra es que vos misma te sientas inferior, aunque esa no sea la intensión del otro. Cuando es tu pareja quien te hace sentir inferior, él te presiona, te exige, te critica y te demanda constantemente.
Todas estas actitudes tienen que ver con un problema de inseguridad de él, ya que para sentirse un poquito más seguro necesita que vos te sientas menos. Como respuesta a la inseguridad del otro y a su descalificación, hay mujeres que se minimizan a sí mismas, se muestran torpes o pasan desapercibidas para que ellos se destaquen. Necesitás saber que no tenés que decrecer para que el otro crezca; en una pareja ambos tienen que ayudarse a crecer.
Ahora bien, ¿qué pasa cuando tu pareja no te hace sentir inferior, sino que es algo que vos sentís? Tal vez tu pareja no tenga intención de hacerte sentir menos, pero a todo lo que él dice vos le das una interpretación inversa, y concluís equivocadamente que su objetivo es hacerte sentir mal
Por ejemplo, tu marido comenta: “Esta camisa está arrugada”, y vos le respondés: “Claro, porque yo soy tu sirvienta, ¿no?”. Las interpretaciones inversas son el gran problema de muchas mujeres que son omnipotentes y creen que todo lo que el otro dice está relacionado con ellas. Una mujer omnipotente siempre se siente en falta y cree que todo lo que le dicen es una exigencia para ella, por eso se siente menos.
Hay dos sensaciones que podés experimentar cuando te sentís menos: debilidad y bronca. Cuando una mujer le tiene bronca o temor a su pareja empieza actuar por “deber” y no por “placer”. Así, va a hacer cosas para satisfacer a su marido, para que él tenga una mejor opinión de ella, para ser aceptada, pero no porque a ella le da placer hacerlo.
No dejes de hacer lo que te gusta para meterte forzadamente, por “deber”, a hacer cosas para no sentirte menos. Pensá: ¿qué te hace feliz?, ¿qué te motiva cada mañana al levantarte? Querida mujer, caminá a tu ritmo, no a la manera del otro; sé feliz a tu manera, no a la manera del otro. Valorá tus diferencias, tus proyectos, tus ideas, tu manera de pensar y ver la vida. ¡No por ser diferente sos menos!